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¿Duele mucho un aumento de pecho?

A menudo nos preguntais en consulta cuánto duele operarse de un aumento de pecho y la respuesta siempre es la misma, muy variable dependiendo de cada persona. No obstante, podemos identificar qué pacientes tienen mayor probabilidad de sufrir más durante el postoperatorio.

  • Nulíparas, o sea, pacientes que no han tenido embarazos, posiblemente experimentarán más dolor ya que es la primera vez que se someten a un cambio de volumen en sus mamas.
  • Hipoplasias mamarias severas, o sea, aquellas pacientes que están muy planas. Cuánto menos mama tenemos, mayor es la probabilidad de experimentar dolor.
  • Prótesis grandes, especialmente las más proyectadas.
  • Prótesis colocadas por debajo del músculo pectoral mayor: Nuestra preferencia es la colocación de implantes subpectorales pero la distensión del músculo pectoral provoca más dolor. De hecho, los pacientes que se operan en plano subglandular casi no experimentan dolor.

El dolor se produce por un mecanismo nociceptivo secundario a la distensión de los nervios sensitivos que inervan la pared costal, especialmente el tercer y cuarto nervio intercostal. La mejor manera de mitigar ese dolor es realizando un bloqueo sensitivo con anestesia local. Nuestra preferida es la bupivacaína diluida al 0,25% que nos da alrededor de 12h horas de anestesia.

También usamos fármacos antiinflamatorios y analgésicos durante la primera semana de postoperatorio. Normalmente un ibuprofeno de 600mg cada 8 horas suele ser suficiente pero se puede acompañar de nolotil o paracetamol intercalándolo cada 4 horas

Sujetador deportivo: Un sujetador deportivo que sujete bien el pecho pero que no ejerza excesiva presión también ayuda a disminuir las molestias los primeros días postoperatorios.

Con todas estas medidas, bloqueo anestésico, medicamentos antiinflamatorios/analgésicos y sujetador deportivo, la mayoría de nuestros pacientes no experimentan dolor más allá del 4º día postoperatorio. Algunas pacientes incluso nos dicen que la sensación que han experimentado se parece mucho más a unas agujetas fuertes que al dolor de una cirugía.

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